Uno de las problemáticas de la pandemia ha sido el cierre de restaurantes y centros gastronómicos liderados por pescadores y pescadoras, muchos de ellos sin funcionamiento desde hace más de un año.
Desde el año 2018 que la Fundación Cocinamar trabaja para apoyar y facilitar el contacto entre pescadores artesanales que comercializan productos con valor agregado y familias, dueños de restaurantes y negocios que se interesen en adquirirlos. Para ello, crearon una red de emprendedores, que agrupa a más de 40 pescadores y pescadoras a lo largo de todo Chile.
Ello en el marco del proyecto ejecutado por la Fundación Cocinamar, “Aumento en la competitividad de plantas pesqueras artesanales bajo el estándar de comercio justo”, apoyado por el programa “Conecta y Colabora” de Corfo.
En la Región de Los Ríos, esta red cuenta actualmente con 15 emprendedores y mediante el proyecto Conecta y Colabora de Corfo, “Aumento en la competitividad de plantas pesqueras artesanales bajo el estándar de comercio justo”, ejecutado por Fundación Cocinamar, se lograron pesquisar otros emprendedores en la región, algunos de ellos dedicados a la actividad turística, venta de productos del mar y restaurantes, tras un diagnóstico a cargo de Incubatec Ufro y la Cooperativa Araucanía Hub.
“Tras la crisis sanitaria del Covid 19, hemos seguido en contacto con nuestra red de emprendedores para efectos de ver las consecuencias de la pandemia y poder seguir acompañándolos. En ese contexto, producto de esta crisis y de la necesidad obviamente de obtener recursos, hemos visto una proliferación de emprendedores informales, que afectan el sistema de comercialización que estábamos impulsando”, explicó Griselda Ilabel, directora de Fundación Cocinamar.
Una competencia que perjudica el avance que han realizado algunos emprendedores y emprendedoras, quienes han formalizado sus plantas de proceso; le han dado visibilización y han aprendido y puesto en práctica la trazabilidad. “Con la crisis del Covid, los pescadores salieron a pescar y filetean en su casa o en el bote y luego venden, lo que se traduce en una baja en los precios, que afecta al sistema completo y que tampoco se traduce en una ayuda para los consumidores, porque el consumidor no distingue, ve un logo y un sticker, pero no mira si el producto tiene resolución sanitaria”, señaló Ilabel.
Otro de los embates de la pandemia ha sido el cierre de restaurantes y centros gastronómicos liderados por pescadores y pescadoras, muchos de ellos sin funcionamiento desde hace más de un año. En ese sentido, la directora de Cocinamar y del proyecto, señala que uno de los hallazgos tras el diagnóstico, “es poder implementar una solución común, que permita el funcionamiento de estos establecimientos como envasadoras de productos del mar, para lo cual están trabajando en colaboración con la unidad de inocuidad sanitaria de la Dirección Regional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, evaluando estos restaurantes”.
En esa línea, la presidenta del Sindicato de Pescadores de Isla Mancera y socia del Centro Gastronómico La Herradura, Patricia Madrid, señaló que ya se encuentra en conversaciones con el Servicio Nacional de Pesca y que esperan la apertura de la comuna de Corral para la revisión de su cocina. “Estamos esperando que venga un funcionario de Sernapesca a revisar la capacidad de nuestra cocina para poder trabajar nuestros productos en conserva y que sirva durante todo el año como una maquila, ya que nuestro centro gastronómico funciona solo en temporada estival y el resto del año permanece cerrado”.
Según evidenció la representante de los pescadores y pescadoras, muchas mujeres de la pesca artesanal, lideran emprendimientos que dan valor agregado a los productos del mar. Sin embargo, llegan hasta cierto límite. “Queremos sacar una conserva de pejerreyes y choritos y hay otras socias que quieren sacar una conserva de ulte, entonces necesitamos un aporte de las autoridades. Por ejemplo, que el Servicio de Salud trabaje en conjunto con Sernapesca”, dijo.
Carlos Riquelme, director de Fomento Los Ríos y Corfo en la región valoró este estudio señalando que “es importante contar con este diagnóstico, el cual permite generar nuevos métodos, líneas de negocios e innovación, para que las y los emprendedores de la pesca artesanal puedan continuar con sus actividades productivas en el escenario que estamos viviendo”.
Respecto a las acciones que se podrían llevar a cabo en un futuro junto a Fundación Cocinamar, el gerente de Incubatec Ufro, Cristian Campomanes, explicó que se podrían articular nuevas alternativas o instrumentos para que los miembros de la Red de Emprendedores Cocinamar puedan tener mejores oportunidades. “se podrían hacer otras intervenciones, o conectar iniciativas, que a lo mejor, nosotros estamos viendo en otros territorios y que pudiésemos replicar en la Región de Los Ríos”, especificó.