
Caleta Rumena se encuentra a 105 km de Talcahuano y a 40 km al oeste de Arauco, en la Región del Biobío. En este entorno natural habitan unas 100 familias, en su mayoría pescadores artesanales que dependen del buceo y la recolección de algas para su sustento económico. La caleta destaca por la abundancia de recursos como el cochayuyo y la luga, además de la extracción de locos y erizos en áreas de manejo que los pescadores protegen activamente.
Recientemente, el Directorio de Ferepa Biobío visitó la caleta, donde se reunieron con los 31 socios del sindicato de Pescadores Artesanales y Actividades Conexas, liderados por Rodrigo Fernández. Cristian Arancibia, presidente de Ferepa Biobío, discutió con los pescadores sobre el rol de la organización, los avances en la Ley de Caletas, y las oportunidades que ofrecen los cultivos a pequeña escala para diversificar la producción en el área de manejo. En el encuentro, los pescadores recibieron equipos para mejorar sus condiciones de trabajo, como renovaciones de buceo y otros aparejos, en el marco de un proyecto de la Mesa Público-Privada Arauco-Sindicatos del Golfo de Arauco y Ferepa Biobío.
Entre los beneficiados está Paulo Salas Alarcón, un joven pescador de 25 años que vive con su madre y tres hermanas, quienes además de recolectar orilla, han iniciado un emprendimiento de procesamiento y venta de productos de jaiba. Paulo y su familia elaboran carapachos y pinzas de jaiba, y recientemente han incorporado la producción de empanadas de carapacho. La entrega de equipos facilitará la comercialización de estos productos en la caleta.
Rodrigo Fernández Sáez, presidente del sindicato y buzo mariscador con 30 años de experiencia sindical, comentó sobre la importancia de la previsión y la educación como formas de asegurar un futuro mejor para los pescadores y sus familias. Destacó la necesidad de cambiar la mentalidad hacia la planificación a largo plazo para evitar la inseguridad asociada a los problemas de
salud del buceo.
Leonardo Fredes, coordinador entre Arauco y Ferepa Biobío, señaló que la colaboración entre la empresa y los pescadores ha sido fundamental para mejorar las condiciones de seguridad laboral. Por su parte, Ferepa Biobío continúa supervisando la correcta entrega de los equipos solicitados, asegurando que los pescadores cuenten con las herramientas necesarias para un trabajo más seguro y digno.
Caleta Rumena, a pesar de su distancia, es un ejemplo de esfuerzo y resiliencia, donde hombres y mujeres luchan cada día por un futuro mejor, demostrando que el trabajo conjunto y la previsión pueden transformar la realidad de las comunidades costeras.



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