Buceo y actividades conexas tendrán marco contractual propio

En atención a las alarmantes cifras de accidentabilidad del sector, un proyecto aprobado el lunes 24 de noviembe, por la Sala de la Cámara (boletín 17005) avanza en una legislación que dota de mayor protección laboral a las y los trabajadores que ejercen funciones de buceo y actividades conexas.

La propuesta quedó en condiciones de pasar al Ejecutivo a fase de promulgación tras aprobarse las modificaciones del Senado, en cuatro votaciones. Las enmiendas fueron tanto de forma como de fondo. Sin embargo, ellas no variaron mayormente la finalidad y aplicación de la normativa, según lo señalado por la Cámara, en el primer trámite.

En lo medular, la iniciativa incorpora al título del contrato de los trabajadores embarcados o gente de mar y los trabajadores portuarios eventuales, establecido en el Código del Trabajo, el contrato de buceo y actividades conexas. Allí establece su ámbito de aplicación y su respectiva definición.

Cabe mencionar que la actividad de buceo desempeña una función relevante para la economía de nuestro país. En particular, destaca su participación en el ámbito de la salmonicultura nacional. En ella colaboran en la mantención, inspección y reparación de estructuras tales como jaulas de cultivo, sistemas de anclaje y boyas, y equipos de alimentación y monitoreo.

Del contrato de buceo y actividades conexas

El proyecto define que el contrato de trabajo de buceo “es aquel que regula la relación de trabajo, bajo dependencia o subordinación, entre un empleador y una trabajadora o un trabajador que desempeña actividades de extracción, cultivo o procesamiento de recursos hidrobiológicos, en el ámbito de la acuicultura, tales como la salmonicultura y la mantención industrial, entre otras, mediante buceo con aire, abastecido desde superficie o en forma autónoma”.

El contrato de trabajo de buceo regula todas las actividades que requieran de personal para buceo. Esto incluye a las que se realizan en tranques, piscinas y otras dependencias industriales. Sin embargo, se excluyen las realizadas por las FFAA y las recreativas, deportivas o de subsistencia personal.

Luego, se regula la confección de un reglamento para la actividad. En él se incluirán un registro de servicios de buceo, la exigencia de licencia para la actividad y elementos de protección personal, entre otros. La fiscalización, en tanto, la realizará la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante.

Más seguridad

Además, el texto promueve diversas medidas de seguridad, por ejemplo, el control de los tiempos de inmersión y descansos. De igual modo, se consideran obligaciones para los empleadores, los propios trabajadores y dotación de apoyo. Estas condiciones aplicarán, incluso, bajo el sistema de subcontratación. También en lo referente a eventuales indemnizaciones por daño moral y lucro cesante en caso de lesiones o muerte de algún buzo.

En paralelo, obliga a la Comisión del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales a constituir un organismo sectorial para este sector. Y, finalmente, declara el 18 de diciembre de cada año como el Día Nacional de las y los Buzos de Chile, tema que abordaba una moción de la Cámara y que se incluyó como indicación en el texto de la ley.

Participaron en el debate Javiera Morales, Héctor Ulloa, Hotuiti Teao, Lorena Pizarro, Mauro González, Carolina Tello, Alejandro Bernales, Roberto Arroyo, María Luisa Cordero y Andrés Giordano. Por el Ejecutivo intervino el ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo.

En general, relevaron la necesidad de efectuar una mayor protección para estos trabajadores, dadas las dificultades técnicas de su labor. En tal contexto, se estimó que las modificaciones del Senado avanzaron en la línea correcta.

Expresaron que los empresarios deben velar por constatar las medidas de seguridad y entregar las herramientas y descansos requeridos. De igual modo, se observó el tema de la subcontratación que, en ocasiones, sirve para precarizar los derechos de este sector.