
El llamado de Eduardo Frei a “matar la Ley Lafkenche” desató una ola de reacciones en la Región de Los Lagos. Mientras algunos parlamentarios lo respaldan por plantear lo que consideran un freno al desarrollo costero, otros lo acusan de desconocer los derechos indígenas y actuar como vocero de intereses empresariales.
Desde un respaldo a derogar la normativa, un llamado a perfeccionarla o incluso el calificativo de “matonescos”, fueron algunas de las reacciones de parlamentarios de la región de Los Lagos ante los dichos del expresidente Frei, quien, recordemos, llamó a “matar la ley Lafkenche”.
Una de las respuestas más categóricas vino de la diputada mapuche Emilia Nuyado, quien calificó los dichos de Frei como “inaceptables” y “matonescos”. Para la parlamentaria, las declaraciones constituyen una falta de respeto hacia las comunidades indígenas costeras y la pesca artesanal.
“No se puede hablar de desarrollo matando los derechos de los pueblos indígenas. La Ley Lafkenche no es una traba, es una herramienta de justicia territorial que protege el vínculo ancestral con el mar y garantiza la participación de las comunidades que históricamente han cuidado ese ecosistema”, afirmó Nuyado.
A su juicio, los verdaderos obstáculos para el desarrollo están en la expansión “desregulada” de industrias como la salmonicultura, que —según indicó— han contaminado fiordos, desplazado a la pesca artesanal y dañado la biodiversidad. “Defender el mar no es un obstáculo, es una obligación ética y ecológica”, recalcó.
Respaldo al expresidente
Desde la otra vereda, el diputado Mauro González (RN) respaldó los dichos de Frei y se sumó al llamado a terminar con la ley. “Es una ley que ha generado divisiones, frenado proyectos y perjudicado a quienes viven del mar. Por eso no podemos descansar hasta lograr las modificaciones que esta ley necesita”, sostuvo el legislador.
González enfatizó que los bordes costeros “deben ser espacios de desarrollo, no espacios de conflictos”, y anunció que seguirá impulsando el debate legislativo para equilibrar los derechos indígenas con la necesidad de crecimiento económico en las zonas costeras.
Perfeccionar, no eliminar
Una posición intermedia adoptó el senador socialista Fidel Espinoza, quien afirmó estar “en absoluto desacuerdo” con la idea de eliminar la ley. “Yo creo que los extremos son malos. Es malo el extremo de los que quieren eliminar la ley por completo, y es malo el que no quiere que haya ninguna modificación”, señaló.
Espinoza reconoció que existen deficiencias en la aplicación de la normativa, especialmente cuando se producen demoras que impiden ejecutar obras públicas o cuando hay denuncias de cobros irregulares en procesos de desafectación. No obstante, recalcó que “la ley requiere modificaciones legales, no administrativas”, y recordó que en la Comisión de Pesca del Senado ya se han aprobado una docena de cambios en esa línea.
“Los dichos del expresidente Frei son gravísimos, porque busca eliminar una ley que nace con un buen espíritu el año 2007 y que algunos lamentablemente torcieron, ya que generalmente en Chile, hecha la ley, hecha la trampa, y algunos se han aprovechado de algunas debilidades que vamos a mejorar”, indicó el senador, quien llamó al Senado a discutir la ley prontamente en sala.