Mundoacuicola

Revista de Acuicultura.

Startup revaloriza los desechos del piure para generar biomateriales

Con trazabilidad local y baja huella, Piure Ocean busca .aportar en aplicaciones que van desde la construcción hasta la medicina avanzada.

Piure Ocean está convirtiendo lo que antes era residuo del piure (Pyura chilensis) en una nueva plataforma de biomateriales. A partir de la “colpa” —la estructura externa que suele desecharse— la empresa extrae tunicina, una celulosa marina sin lignina y de alta pureza (≈95%), que habilita soluciones para la industria, el textil y la salud con menor impacto ambiental.

El punto de partida es claro: cerca de un 8% del piure extraído termina como basura. “El 8% de lo que se extrae de piure, tanto natural como de cultivo, se desecha, es basura hoy día. Y lo que hacemos es reconvertir esa basura en productos con bastante valor agregado”, explicó Joaquín Prieto, gerente de Piure Ocean, en conversación con Mundo Acuícola conversó en el marco  del cierre del Patagonia Azul Bootcamp de Ketrawa. Se trató del primer programa de formación en economía azul desarrollado con apoyo de CORFO. Piure Ocean fue una de las startups participantes, logrando certificarse en economía azul y proyectar su modelo como un ejemplo de innovación con impacto económico y ecosistémico.

La tunicina obtenida permite fabricar adhesivos para placas de madera, hilos textiles y matrices biomédicas para regeneración de tejidos blandos y óseos. “Tenemos otra aplicación que es mucho más interesante que la industria farmacológica, en términos de que podría ser un componente para constituir tejido, ya sea carne o tejido óseo. Y la última aplicación, que son investigaciones que se están desarrollando en Europa, es para reponer la córnea de los ojos”, detalló el ejecutivo.

Pero el desarrollo no se limita a los productos. Piure Ocean también ha trabajado durante siete años en el cultivo del piure, junto a universidades y pescadores artesanales, con el fin de no depender solo del recurso natural. “Nuestro interés ha sido desde el principio que la especie no se vea afectada porque el proceso desde el año 98 a la fecha ha sufrido un 50% menos desembarque… por lo tanto se trabajó en el desarrollo de la tecnología de cultivo, y hoy día tenemos paquetes tecnológicos para que las comunidades costeras puedan sembrar el piure, ya sea en el fondo marino o con long-line, como se trabaja el chorito”, comentó Prieto.

El modelo, además, genera un beneficio ambiental directo: cuando el piure se instala, actúa como un arrecife vivo que atrae entre 80 y 100 especies, restaurando hábitats arenosos degradados y fortaleciendo la disponibilidad de recursos como el loco. “Estamos tomando basura y le estamos dando valor, y ese valor también lo estamos compartiendo con las comunidades”, remarcó Prieto.

Más que un subproducto, la colpa del piure se está transformando en materia prima estratégica. Si el escalamiento tecnológico y productivo avanza como proyecta la empresa, Chile y Perú —los únicos países donde vive esta especie— podrían liderar una nueva cadena de biotecnología marina: con trazabilidad local, baja huella y aplicaciones que van desde la construcción hasta la medicina avanzada.