
«Con su extensa costa, el mar es un componente esencial del medio ambiente chileno. Todos los que hemos visitado una playa hemos sido testigos de la rica diversidad de organismos que habitan en la superficie. Sin embargo, bajo las olas, donde nuestros ojos no alcanzan a ver y nuestra imaginación rara vez se dirige, existe una biodiversidad aún más asombrosa. Durante el último año, tuve el privilegio de pasar cuatro meses a bordo del buque de investigación de aguas profundas Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute. Exploramos los montes submarinos de la dorsal Sala y Gómez, ubicados entre el continente y Rapa Nui, los cañones y filtraciones de la plataforma continental entre Puerto Montt y Punta Arenas, y finalmente, el Mar de Bellingshausen en la Antártida.
Utilizamos un vehículo operado a distancia (ROV) llamado “Sebastian”, que nos permitió acceder a miles de metros de profundidad y observar organismos que nunca antes había tenido la oportunidad de ver. Muchas de estas especies son nuevas para la ciencia, y aún quedan muchas más por descubrir. La variedad de formas y estilos de vida que observé fue extraordinaria; me impactaron especialmente las manadas de chanchitos marinos (parientes de las estrellas de mar) pastando en los sedimentos en casi todos los lugares que exploramos.
Sin embargo, el mundo en el que vivimos está completamente interconectado, y las profundidades marinas no son inmunes a las actividades humanas. En algunas áreas, lamentablemente, encontramos basura acumulada en el fondo del mar. Las amenazas del cambio climático también llegan a las zonas más oscuras del océano, afectando a ecosistemas que creíamos a salvo. Es imperativo que cuidemos nuestros mares, más allá de las playas que disfrutamos; debemos prestar atención a la vasta mayoría del océano que permanece fuera de nuestra vista y de nuestra conciencia. La exploración y la preservación de estos ecosistemas son responsabilidades compartidas, y cada uno de nosotros puede contribuir a su protección. Los invito a maravillarse con la diversidad de las profundidades marinas viendo los vídeos de nuestras inmersiones, que el Schmidt Ocean Institute ha publicado en YouTube».
Columna escrita por: Dr. Matthew Lee, Centro i-mar ULagos



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