
Durante el seminario Aqua Bacteria 2023 -organizado por el Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA)- uno de los temas abordados fue el uso responsable y eficiente de antimicrobianos en la salmonicultura chilena, así como la importancia de cuidar las soluciones disponibles para los principales desafíos sanitarios de la industria.
Vinculado con esa línea, el Dr. Ruben Avendaño Herrera, académico de la Universidad Andrés Bello e investigador del Centro INCAR, realizó la exposición “Tenacibaculosis causada por Tenacibaculum maritimum, T. dicentrarchi, T. finnmarkense y T. piscium: estado actual del conocimiento de estos patógenos en la salmonicultura chilena”, compartiendo con los asistentes al evento los principales resultados obtenidos en el proyecto FONDECYT Nº 1190283 “Comprehensive study of the biological, genetic, and molecular bases and virulence factors for the causative agent of tenacibaculosis in Chilean marine fish, Tenacibaculum dicentrarchi: An epidemiological approximation for developing prevention strategies”.
En detalle, este proyecto se ha enfocado en clarificar el estatus de la Tenacibaculosis en Chile, describir qué especies del género Tenacibaculum están presentes en el territorio, cuáles causan mortalidad y cuáles son sus mecanismos de virulencias, aportando, por lo demás, a la implementación de métodos de diagnósticos, alternativas de tratamiento y los mecanismos de virulencia que permitan el desarrollo de vacunas, en colaboración con la empresa privada.
Así, hacia la parte fina de su presentación, el Dr. Avendaño Herrera destacó algunos análisis sobre Tenacibaculosis por T. dicentrarchi, vinculados con la diversidad intraespecífica de la bacteria, factores de virulencia, supervivencia T. dicentrarchi en el mucus del pez y qué antimicrobianos son los más apropiados para su control.
«Una cosa interesante que descubrimos fue que los valores de corte para Florfenicol y Oxitetraciclina son bastante altos: 4 microgramos por ml para Florfenicol y 8 microgramos por ml en el caso de Oxitetraciclina. Entonces, buscando cuáles son las alternativas disponibles, decicidimos utilizar la Tiamulina como una alternativa para ver cuál era su eficacia», relató.
«Lo importante de la Tiamulina es que se utiliza en Chile, pero no está registrado su uso para salmones. De hecho, lo probamos con una empresa salmonicultura y dio muy buenos resultados. Nos dimos cuenta que el valor de MIC es más bajo en comparación a Florfenicol, por lo tanto tendriamos que utilizar menos antimicrobiano. Sin embargo, la Tiamulina no tiene los estudios sobre limites máximos residuales», describió Avendaño-Herrera.
Finalmente, frente a esta alternativa de tratamiento, el Dr. Avendaño-Herrera remarcó que se debe estimular, por una parte, a la industria farmaceútica para que registre y haga los estudios farmacocinéticos correspondientes, así como también fomentar el debate respecto al tema entre los diferentes actores vinculados con la industria: Academia, industria salmonera, médicos veterinarios, SAG, Armada, entre otros.



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