
Sara Garrido sostuvo que con la nueva ley se generarán beneficios significativos para las charqueadoras y fileteadoras de todo el país.
Ante la inquietud planteada por la senadora Loreto Carvajal durante la sesión de este martes en la Comisión de Pesca del Senado, respecto al empleo femenino en el sector, la presidenta de la Corporación Nacional de las Mujeres de la Pesca Artesanal, Sara Garrido, destacó que el cambio en el fraccionamiento de la merluza común traerá beneficios significativos para las charqueadoras y fileteadoras de todo el país.
“Quiero destacar la importancia de que mañana contemos con información clara sobre el universo de trabajadoras tanto en el sector artesanal como en el industrial, cómo se compatibilizan estas actividades, qué alternativas existen y cuáles son los números reales en términos de empleo,” señaló la senadora por la Región de Ñuble e integrante de la Comisión de Pesca del Senado, Loreto Carvajal, durante su intervención en la instancia que está tramitando con discusión inmediata el proyecto de ley del nuevo fraccionamiento.
En respuesta, la jefa de la División de Administración Pesquera de la Subsecretaría de Pesca, Aurora Guerrero, explicó que “en 2022 los empleos directos generados por el sector pesquero superaron los 78 mil, de los cuales el 62% corresponden a la pesca artesanal”.
Al finalizar la sesión, Sara Garrido detalló que el cambio en el fraccionamiento de la merluza común favorecerá a más de 6.000 mujeres que se dedican a actividades como el charqueo y el fileteo de la tradicional pescada para el consumo nacional.
“Lamentablemente, las charqueadoras y fileteadoras de las regiones de Valparaíso, Maule, Ñuble y Biobío han visto mermada su actividad debido a la disminución de la disponibilidad de merluza, principalmente por el uso de artes de pesca depredadoras, como el arrastre industrial”, afirmó Garrido, quien también es vocera de la Alianza para la Defensa de la Pesca Artesanal.
Añadió que “hoy en día la merluza común está en estado de colapso, y se sigue utilizando la pesca de arrastre, especialmente en las regiones del Biobío y Ñuble, donde se encuentran los caladeros históricos de la pesca artesanal”. A pesar de ello, en caletas como Lo Rojas, Lota, Tumbes, Cocholgüe, Coliumo, Portales, Pacheco Altamirano y Maguillines, grupos de mujeres mantienen viva una tradición ancestral que otorga empleo y valor agregado a este recurso.
“Si bien las empresas procesadoras también contratan mujeres, estas no deberían verse afectadas, ya que los productos mejorarían en talla y cantidad si se elimina la pesca de arrastre. La pesca artesanal seguiría abasteciendo a las plantas procesadoras, pero el nuevo fraccionamiento permitiría que miles de trabajadoras artesanales mejoren sus condiciones laborales”, subrayó Garrido. “Sería una ganancia para ambas partes, un verdadero ganar-ganar”.
Por su parte, Hernán Cortés, presidente de CONDEPP y vocero de la Alianza Nacional por la Defensa de la Pesca Artesanal, enfatizó: “Para nosotros, como CONDEPP, es fundamental lograr un mejor fraccionamiento de la merluza, ya que beneficiaría directamente no solo a los pescadores artesanales, sino también a más de 4.000 charqueadoras de merluza en el país, sin contar a las fileteadoras que aún no han sido registradas por Sernapesca”.