
La salmonicultura chilena enfrenta críticas por el uso de antimicrobianos, necesarios para controlar enfermedades como la Piscirickettsiosis (SRS), pero bajo observación por su impacto ambiental, reputacional y el riesgo de resistencia antimicrobiana (RAM), considerada por la OMS una amenaza global. La industria avanza hacia una reducción sostenida de antibióticos: el proyecto SVARS, coordinado por Sernapesca y apoyado por ICARS, busca disminuir en 25% su uso en cuatro años mediante vigilancia epidemiológica, categorización de centros y una plataforma geoespacial pública. Iniciativas privadas como Pincoy han intensificado la recopilación de datos y estrategias integrales tras un alza reciente en consumo.
Surgen también alternativas no farmacológicas que fortalecen la inmunidad y reducen la dependencia de fármacos. SUDVET, con 15 años de experiencia, ofrece productos naturales como Lyptus®, Rosseus® y Welfcare Plus®, capaces de disminuir el uso de antibióticos en hasta 52%. Acuanativa, fundada en 2021, desarrolla aditivos botánicos y algales apoyados en IA —como L-END y L-END ULTRA— para controlar caligus y reducir antiparasitarios. Greenvolution, creada en 2016, reemplaza baños químicos por aditivos naturales (Green H y Green FW), disminuyendo el estrés en peces y adaptando fórmulas según cada piscicultura. Estas soluciones promueven el enfoque “Una Salud” y buscan una acuicultura más resiliente, sostenible y competitiva a nivel internacional.



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