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Revista de Acuicultura.

Mowi Chile expuso cómo el origen y la logística definen la competitividad del salmón chileno 

La presentación profundizó en cómo el origen, la logística y la capacidad de abastecer de forma estable a los mercados definen hoy la competitividad del salmón chileno, en un escenario global de creciente demanda por proteínas saludables.

Durante Salmonexpert Seminars: Salmón del Atlántico, innovación para un mar de oportunidades, Sebastián Valdivieso, director comercial de Mowi Chile, desarrolló una exposición centrada en un tema poco abordado pero decisivo para la industria: el rol del origen, la infraestructura logística y la capacidad de abastecer mercados estratégicos en un contexto global donde la demanda por proteínas saludables seguirá aumentando.

La presentación situó a la salmonicultura en el mapa de los desafíos alimentarios del siglo XXI, pero desde una perspectiva operativa y comercial: cómo mover, procesar y posicionar el salmón chileno en un mercado cada vez más exigente, competitivo y dependiente de cadenas de suministro confiables.

“Para mí es un privilegio poder representar hoy a Mowi. La seguridad alimentaria y el cambio climático son dos de los retos más importantes que tiene la humanidad en la actualidad. En Mowi estamos aprovechando el potencial del océano para ofrecer alimentos saludables y sustentables a una población que no deja de crecer”, expresó Valdivieso en el inicio de su presentación.

La demanda existe, pero la logística decide quién la captura

Valdivieso explicó que Estados Unidos —principal destino del salmón chileno— consume cerca de 700 mil toneladas anuales de salmón Atlántico, pero con un per cápita de solo 1,9 kilos, muy por debajo de los niveles europeos.

Esa brecha, señaló, es una oportunidad clara: “Estados Unidos no tendría por qué no llegar al consumo per cápita de Alemania o Francia. Lo mismo ocurre con Brasil, que hoy está en 600 gramos per cápita, pese a ser un mercado enorme para Chile. Y China, con un per cápita de 0,1, tiene un potencial gigantesco”.

in embargo, advirtió que ese potencial solo puede transformarse en crecimiento si la industria es capaz de garantizar abastecimiento estable, tiempos de entrega competitivos y un origen que responda a estándares crecientes de sostenibilidad y trazabilidad.

El valor del origen y la integración global de Mowi

El ejecutivo detalló la estructura mundial de la compañía, destacando que Mowi opera en siete orígenes y cuenta con una cadena de valor completamente integrada —desde genética y alimento, hasta cosecha, procesamiento y distribución—, lo que permite responder de forma consistente a la demanda internacional.

“Somos el único productor con presencia en los distintos continentes y esperamos alcanzar las 600 mil toneladas de producción el próximo año, lo que equivale al 23% de la producción global. En Chile proyectamos cerca de 86 mil toneladas, destinadas principalmente a Estados Unidos y Brasil, donde nuestra logística nos permite llegar con productos terminados en apenas siete días”, afirmó.

La capacidad logística, añadió, es una ventaja competitiva tan relevante como la biológica o sanitaria. Mowi opera rutas simultáneas por Santiago y Buenos Aires, plantas de valor agregado en Miami y Dallas, operaciones en dos regiones productivas de Chile y un diseño que permite continuidad incluso frente a eventos climáticos o interrupciones puntuales.

Sostenibilidad aplicada a la operación

Valdivieso también presentó iniciativas aplicadas en Chile que buscan reducir la huella ambiental en la cadena logística y productiva. Entre ellas, el piloto de paneles solares en el centro Huar Sur, que redujo en 47% el uso de petróleo, equivalente a 31 mil litros menos desde su implementación.

Sobre las exportaciones aéreas, destacó el programa de compensación de emisiones con LATAM: “El año pasado compensamos el 51% de nuestra propia emisión de CO₂, equivalente a sacar tres mil autos de circulación en un año”.

Aunque la exposición fue eminentemente técnica y comercial, Valdivieso introdujo una advertencia: la competitividad del salmón chileno también depende de un marco regulatorio claro y estable.

Señaló que la industria chilena tiene ventajas únicas —condiciones naturales, conocimiento acumulado, proximidad a mercados clave—, pero enfrenta limitaciones internas que deben resolverse para sostener el crecimiento.

“Tenemos el potencial, las tecnologías y los mercados que lo van a demandar. Chile tiene ventajas competitivas únicas; falta la capacidad de hacerlo sostenible, superar barreras logísticas y obtener mayores certezas desde el Estado”, concluyó.