
Estudio evalúa capturas y estima indicadores biológicos de la jaiba marmola en caladeros de pesca para contribuir a su manejo sustentable.
Por más de una semana, un equipo de investigadores de CIEP recorrió diversos sectores del litoral sur de la Región de Aysén para monitorear, junto a pescadores locales, recursos marinos tales como la jaiba marmola.
El recorrido efectuado a través del canal de Moraleda, al sur de Puerto Aguirre, se inició en isla Traiguén y luego continuó hacia isla Melchor, en ambos sectores hay extracción de jaiba marmola prácticamente todo el año, lo cual permite a lugareños mantenerse en estos remotos sectores con una actividad económica que ya lleva casi media década de explotación.
Al mismo tiempo, en el sector de isla Melchor, existen zonas que permiten a las jaibas pequeñas tener refugio, disponer de alimento, crecer y sobrevivir hasta alcanzar la edad adulta, que es cuando se incorporan a la pesquería. Estas zonas podrían ser potenciales áreas de crianza, y “ese es otro objetivo de este estudio, identificar variables biológicas, ecológicas y también del hábitat que permitan caracterizar estas zonas”, explicó la investigadora de CIEP, Paula Ortiz, ante lo cual señaló que se han dado cuenta que “existen ciertos hábitats como las grandes praderas de huiro, que son muy importantes como refugio para estos juveniles.”
La idea de este estudio es entregar información al Comité de Manejo de Crustáceos Bentónicos de la Región de Aysén para que este pueda tomar decisiones en favor de la sustentabilidad de este recurso.