
El presidente del directorio de Ferepa Biobío, tras consultar a las bases de la organización sobre el proyecto que busca modificar el fraccionamiento del recurso jibia, señaló: «Nos encontramos con pescadores preocupados por su futuro, que se oponen a modificaciones que permitan a la industria y a la flota cerquera artesanal capturar con cerco o arrastre. Sin embargo, también hay quienes están dispuestos a abrirse a esa posibilidad. Lo que más les preocupa es que la industria mantenga un comportamiento ejemplar, no deje de comprarles, no baje los precios y se realice un monitoreo efectivo del estado del recurso jibia, para asegurar su sustentabilidad a largo plazo».
Arancibia descartó la jibia como alternativa para solucionar la crisis de empleo generada en Biobío por el cierre de Huachipato. «Esto debe analizarse en su contexto global. Pensar que la modificación legal, que permitiría a la industria pesquera y la flota cerquera artesanal capturar jibia con cerco, resolverá el problema de los empleos perdidos tras el cierre de la siderúrgica es un error grave», afirmó.
Añadió: «Hoy, cientos de pescadores artesanales trabajan sobre el recurso jibia, abasteciendo las plantas de proceso en la región del Biobío, y esto debe tenerse en cuenta. Permitir la operación con red de cerco o arrastre aumentaría considerablemente la oferta disponible, lo que impactaría indiscutiblemente en el precio del producto desembarcado, generando un perjuicio económico para los pescadores artesanales que trabajan de manera más sustentable. Además, podría afectar a la ya escasa biomasa de jibia disponible en la actualidad».
Finalmente, Arancibia hizo un llamado: «Desde Ferepa Biobío pedimos responsabilidad en las propuestas. Aunque algunas parezcan muy positivas para ciertos sectores, su aprobación podría afectar gravemente al sector artesanal, que ha invertido grandes esfuerzos económicos y humanos en la protección de uno de los pocos recursos pesqueros disponibles para el sustento familiar».
Es importante mencionar que no hay certeza ni compromiso de que la industria pesquera priorice abastecerse del sector artesanal. Al utilizar sus propias embarcaciones con el dañino sistema de arrastre, existe el temor de que la industria favorezca su propia captura, en detrimento del sector artesanal que utiliza la potera, un método más sustentable que protege tanto a la jibia como a otros recursos marinos.



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