Mundoacuicola

Revista de Acuicultura.

Desde Puerto Varas, Australis alimenta el 100 % de sus centros en el sur de Chile

Australis opera sus centros de engorda desde una sala central en Puerto Varas, con monitoreo y control en tiempo real.

En el corazón de la transformación digital de la acuicultura, la alimentación remota se posiciona como una herramienta clave para modernizar la gestión productiva en el cultivo de peces. Integrando inteligencia artificial, automatización y análisis de datos en tiempo real, esta tecnología permite operar centros de cultivo distribuidos en zonas extremas desde salas ubicadas a cientos de kilómetros de distancia.

Una de estos casos es el de Australis Seafood, productora que ha llevado el modelo de alimentación remota a su máxima expresión: hoy opera el 100 % de sus centros de engorda de forma centralizada, bajo una única estrategia coordinada desde Puerto Varas.

Desde estas instalaciones, Australis Seafoods alimenta de forma remota la totalidad de sus centros de engorda, distribuidos en las regiones de Aysén y Magallanes. La sala, que opera con diez estaciones de trabajo y turnos dobles, tiene la capacidad de gestionar entre 12 y 14 millones de peces en tiempo real.

La Sala de Alimentación Remota de Australis gestiona la totalidad de sus centros de engorda en las regiones de Aysén y Magallanes, lo que la posiciona como una de las pocas operaciones completamente remotas del país. “Hoy alimentamos el 100 % de nuestros centros desde esta sala, con capacidad para manejar hasta 20 centros en simultáneo”, explicó Víctor Delgado, uno de los dos encargados de la sala.

La infraestructura fue desarrollada en estrecha colaboración con ScaleAQ, empresa responsable de integrar todos los componentes tecnológicos y operativos del sistema. “Lo que buscábamos era mantener una estrategia de alimentación robusta, sin distracciones derivadas de lo computacional: software, licencias, configuraciones”, explicó Claudio Rabanal, subgerente de Alimentación y Nutrición. El resultado es un entorno operativo ergonómico, automatizado y estable, donde los equipos de alimentación pueden dedicarse exclusivamente a su labor principal.

En términos de monitoreo, la sala integra diferentes softwares de alimentación —como FeedStation de ScaleAQ, AKVA Connect y AKVA control— y sistemas de cámaras móviles, domos aéreos y sensores submarinos, permitiendo evaluar variables como temperatura, oxígeno, salinidad, corrientes y condiciones climáticas. Toda esta información se actualiza cada cinco minutos y es contrastada con datos entregados desde los centros. “Podemos medir la mayoría de los parámetros ambientales, lo que nos permite hoy día la toma de decisiones de forma más rápida”, destaca Delgado.

Una de las fortalezas del sistema es su capacidad para mantener continuidad operativa incluso en condiciones adversas. La conectividad satelital a través de Starlink, respaldada por bancos de baterías y generadores propios, ha demostrado ser confiable incluso ante eventos extremos como el tornado reciente en Puerto Varas. En caso de pérdida de señal, los centros están habilitados para retomar el control de forma autónoma, evitando interrupciones.

A diferencia de otras compañías, Australis diseñó su modelo operativo para que todos los centros funcionen bajo una estrategia unificada, sin diferencias entre sistemas. Esto ha permitido reducir la dispersión de resultados entre unidades productivas y fortalecer la toma de decisiones basada en datos. “Podemos tomar decisiones en tiempo real, y alimentar todos nuestros centros bajo una estrategia en común”, subraya Víctor Delgado.

Cada alimentador controla dos centros y mantiene comunicación directa con el personal en terreno mediante radio IP conectada a Wi-Fi. Este vínculo constante permite validar visualmente el comportamiento de los peces, recibir alertas sobre eventos externos, como la presencia de lobos marinos o embarcaciones y ajustar la entrega de alimento en función de la actividad en jaula. “Uno de los grandes objetivos en realidad es evitar las distracciones y dedicarnos netamente a alimentar peces y tomar decisiones en relación a temas productivos”, explica Delgado.

(De izquierda a derecha) Claudio Rabanal, subgerente de Alimentación-Nutrición Australis Seafoods, junto a Víctor Delgado, encargado de sala.

El sistema permite visualizar y operar con softwares de distintos proveedores gracias a un enfoque flexible y modular. Las cámaras, sensores y plataformas de análisis pueden integrarse mediante conexión directa a servidores o acceso remoto, sin depender de un único proveedor. Esto ha permitido a Australis avanzar incluso hacia el monitoreo de instalaciones de agua dulce desde la misma sala.

El modelo se complementa con una estrategia de análisis de datos en tiempo real. Al final de cada jornada, la información recabada por los feeders se consolida y se utiliza para evaluar tendencias de consumo, agentes estresantes, fallas de equipos y rendimiento de cada jaula. La meta es alcanzar saciedad sin sobrealimentar, y cada desviación se traduce en ajustes operativos inmediatos.

En palabras del equipo, la sala no vino a reemplazar el trabajo en los centros, sino a potenciarlo. Casi tres cuartos del personal que hoy opera en la sala proviene de los propios centros de cultivo, lo que garantiza conocimiento operativo en terreno y mejora la toma de decisiones adaptadas a cada ubicación productiva.

*Lea el artículo completo sobre alimentación remota en la edición 174 de revista Mundo Acuícola aquí