
Formación transversal y práctica ha permitido que egresados de Técnico en Veterinaria se integren en laboratorios y centros de cultivo.
La industria acuícola continúa ampliando su espectro de perfiles laborales, integrando nuevos conocimientos y capacidades en sus distintos procesos. Un ejemplo concreto de esta apertura lo vive el Centro de Formación Técnica Santo Tomás sede Puerto Montt, donde estudiantes de la carrera de Técnico en Veterinaria y Producción Pecuaria, cuyo foco principal es la clínica menor y la producción en tierra, han comenzado a insertarse laboralmente en el sector salmonicultor.
Según explicó Mauricio Segura, director del Área de Recursos Naturales del CFT, si bien esta carrera no está diseñada específicamente para la acuicultura, sus estudiantes cuentan con asignaturas clave que les han permitido adaptarse con éxito. “Ven temas de procesamiento de muestras en laboratorio, bioseguridad, sanidad animal y aseguramiento de calidad. Con esas competencias, han podido incorporarse en laboratorios para el procesamiento de muestras o en equipos de toma de muestras en terreno”, comentó.
La experiencia ha sido tan positiva que algunos egresados ya se desempeñan en áreas de sanidad en pisciculturas, mientras otros han encontrado oportunidades en plantas de proceso, especialmente en roles ligados a la gestión de calidad. Este fenómeno refleja una tendencia creciente: la valorización de competencias transferibles por parte de la industria, en un contexto donde la demanda por capital humano técnico sigue en aumento.
Dinamismo
Desde la institución, la apertura de estos nuevos espacios laborales es vista como una señal del dinamismo del sector. “Es interesante que la industria esté abierta a recibir estudiantes que no tienen un perfil directamente acuícola, pero sí cuentan con conocimientos necesarios que, tras una pequeña capacitación, les permiten incorporarse al trabajo en terreno”, valoró Segura.
En paralelo, el CFT Santo Tomás actualiza la malla curricular de su carrera de Técnico en Producción Acuícola para adaptarse a las crecientes demandas del sector. Esto incluye la incorporación de contenidos sobre tecnologías como la alimentación remota, el uso de ROV (vehículos operados remotamente) y herramientas digitales para el control de biomasa y bienestar animal, entre otros. Además, la institución trabaja en fortalecer la vinculación con empresas del rubro.
Sin embargo, este avance no se limita a quienes estudian acuicultura de forma directa: las puertas se están abriendo también para quienes, desde otras áreas, pueden aportar al crecimiento del ecosistema productivo.